viernes, 21 de marzo de 2008
La CIA patrocina al Dalai Lama
por Jean-Paul DE SIMPELAERE
Traducido por Lila Licciardi. Estraído de la página: http://bellaciao.org
Cuando Patrick French era director de la campaña “Free Tibet Campaign” (Campaña para la independencia del Tibet) en Inglaterra, fue el primero que promovió la consulta de los archivos del Gobierno del Dalai Lama, actualmente en el exilio. Sus conclusiones al respecto son sorprendentes.
French llegó a la desilusionante conclusión de que las pruebas del genocidio tibetano por parte del Gobierno chino habían sido falsificadas y, acto seguido, presentó su dimisión como director de la campaña para la independencia del Tíbet (1).
Durante los años sesenta, bajo la dirección del hermano del Dalai Lama, Gyalo Thondrup, se recogieron testimonios entre los refugiados tibetanos que se encontraban en India. French constató que las cifras de los muertos habían sido añadidos en gran medida en un momento posterior. Otro ejemplo es el enfrentamiento armado, narrado por cinco refugiados distintos, que fue contabilizado cinco veces. Entre tanto, la cifra de 1,2 millones de asesinatos por parte del gobierno chino dio la vuelta al mundo.
French afirma que es simplemente imposible: todas las cifras se refieren a varones. Y en esa época tan sólo existían 1, 5 millones de varones tibetanos. Si fuera cierto, actualmente no quedaría casi ninguno. Sin embargo, desde entonces la población ha seguido aumentando hasta casi alcanzar los 6 millones de habitantes en la actualidad, es decir casi dos veces más que en 1954. Esta cifra es la que reconocen tanto el Dalai Lama como las autoridades chinas, por una vez, sorprendentemente de acuerdo.
Los observadores internacionales (el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud) también aceptan estas cifras. Sin embargo, todavía hoy en día el Dalai Lama continúa pretendiendo que 1,2 millones de tibetanos fueron asesinados por culpa del Gobierno chino.
¿Es el Dalai Lama un tipo de papa del budismo mundial?
En este punto es necesario relativizar los hechos. Sólo un 6% de la población mundial es budista. Es muy poco. Sin embargo, el Dalai Lama no es, en ningún caso, el representante del budismo zen (Japón), ni del budismo del Sureste de Asia (Tailandia), ni tampoco del budismo chino. El budismo tibetano tan sólo representa la 60ª parte de este 6%. Y, por si fuera poco, en el Tíbet existen cuatro escuelas diferentes. El Dalai Lama pertenece a una de ellas: la “gelugpa” (las capuchas amarillas). En resumen, un papa seguido por pocos fieles religiosos, y por muchos adeptos políticos...
¿Quienes son sus patrocinadores?
De 1959 a 1972:
El Dalai Lama cobraba personalmente 180.000 dólares, a través de facturas libradas por la CIA (estos documentos fueron reconocidos por el gobierno usamericano, mientras que el Dalai Lama lo negó hasta 1980).
1,7 millones de dólares al año para el establecimiento de su red internacional.
Más tarde se le destinó la misma suma mediante una dotación de NED, una organización usamericana sin ánimo de lucro cuyo presupuesto se alimenta del Congreso. El Dalai Lama afirma que sus hermanos gestionan “los negocios”. Sus dos hermanos, Thubten Norbu (un lama de rango superior) y Gyalo Thondrup, habían sido contratados por la CIA desde 1951, el primero para conseguir fondos y dirigir la propaganda y el segundo para organizar la resistencia armada.
La bomba atómica india: el buda sonriente
Desde el principio, es decir, cuando era evidente que la revolución china saldría vencedora en 1949, los EEUU intentaron convencer al Dalai Lama para que marchara al exilio. Le pusieron a su disposición dinero, logística y todo un sistema de propaganda. Pero el Dalai Lama y su Gobierno querían que los EEUU enviasen el ejército, como ya lo habían hecho en Corea y, por lo tanto, consideraron la propuesta americana demasiado moderada (Modern War Studies, Kansas University, USA, 2002). En 1959 los EEUU consiguieron convencer al Dalai Lama de que se exiliara del Tíbet, pero todavía les quedaba convencer a India para que le concediera asilo político. Eisenhower propuso un “trato” a Nehru: si India aceptaba al Dalai Lama en su territorio, los EEUU otorgarían una beca de estudios a 400 ingenieros indios con el fin de iniciarlos en la “tecnología nuclear” de los EEUU. El trato fue aceptado (2). En 1974, la primera bomba A india fue nombrada cínicamente “el Buda sonriente”(3).
Notas
1 Tibet, Tibet, A Personal History of a Lost land , Alfred A. Knopf 2003 y Tibet, Tibet, Une histoire personnelle d’un pays perdu, Albin Michel, 2005.
2 El mayor usamericano William Corson, responsable de las negociaciones de la época. Press Trust of India, 10/8/1999.
3 Raj Ramanna, antiguo director del programa nuclear de India, 10/10/1997, Press Trust of India.
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